La trampa de aire se usa para que los fermentos puedan expulsar el gas al ritmo que lo generan, sin tener que estar nosotros pendientes.
El sistema más fácil es usar el agua y su propiedad de vasos comunicantes, en la que el agua conectada en varios envases siempre se mantiene a la misma altura.
Material básico
- Media jeringuilla, la parte en que se acumula el agua, el émbolo no hace falta.
- Un tubito de goma que encaje en la salida del líquido de la jeringuilla.
- Una pinza de plástico.
- Dos gomas o coldel.
- Una arandela de plástico o goma.
- Silicona.
En realidad este es el material reciclado que nosotros teníamos en casa, en tu caso puede ser diferente, por lo que lo interesante es entender el sistema y copiarlo con lo que tengas.
Procedimiento
Agujerear el tapón del envase, si es de plástico con un hierro caliente. Poner la arandela o goma de plástico en el agujero. Montar la pieza que vemos en la foto: el tubo de goma enganchado por un extremo a la jeringa y haciendo una forma de loop ayudado con una pinza para acabar con el otro extremo pegado a la arandela de goma. Juntar el tapón, la arandela y el tubo con silicona y pegar las patas de la pinza al tapón con silicona, para mayor seguridad.
Cargar la trampa de aire
Llena la jeringa de agua hasta que el agua del tubito llegue al nivel de la goma. Es importante probar que los vasos comunicantes funcionen antes de usarla en los fermentos, porque si el loop de la gomita no es lo suficiente alto es muy probable que el agua termine dentro del fermento y no queremos que eso suceda.
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