Prima de la lavanda, el Cantahueso (lavandula stoechas) es un arbusto aromático que puede llegar hasta el medio metro de altura, de hojas largas, opuestas, pálidas y vellosas y sumidades floridas violetas en la punta del tallo, más bien cuadradotas, con unos pocos pétalos en la punta y florecillas violetas en los laterales. Se reproduce bien por esquejes. Se recogen las flores para luego secarlas.
Planta medicinal
Las lavandulas tienen un amplio uso medicinal, se usan en infusión, vahos, baños de asiento, baños relajantes, jabones, pomadas, bolsitas antipolilla… Todo ello derivado de sus flores secas.
Su infusión favorece la digestión, calma la tos irritativa, ayuda a tratar las afecciones del hígado y es relajante.
Se hacen vahos para descongestionar las vías respiratorias y tratar afecciones pulmonares, como el asma, el resfriado, la bronquitis y la gripe. Los gargarismos ayudan a tratar problemas de garganta, como las anginas y la faringitis.
Los baños de lavanda ayudan a relajarse y disminuyen los dolores articulares, reumáticos y de la gota. Los baños de asiento están indicados para las enfermedades de transmisión sexual.
La crema de lavanda, aplicada en uso tópico, se utiliza para desinfectar y cicatrizar heridas, quemaduras y llagas, combatir dolores articulares, inflamaciones, calambres, fatigas y golpes, así como paliar los síntomas del reumatismo y la gota y activar la circulación.
También se puede preparar un macerado en aceite de uso tópico para hacer fricciones y añadir así efecto calor o empapar vendas en su decocción y usarlas como compresas calientes.
Otros usos
La lavanda se usa en cosmética, perfumería, jabones e incluso licores. Para obtener su olor haz una tintura con alcohol de baja graduación. Su perfume es atractivo para las abejas y ahuyenta a las polillas, las pulgas, las moscas y los mosquitos.
Aviso
Contraindicado para embarazadas, lactancia y menores de 6 años. Tomar más de la cuenta puede tener efectos tóxicos.